A lo largo de la semana pasada hemos estado trabajando en todos los niveles del colegio las tutorías del Plan Vocacional de Maristas Compostela. Nuestros alumnos han reflexionado sobre aquellas personas que son referente para ellos y han soñado cómo va a ser su futuro.
En el Evangelio hay un hombre que se sube a un árbol, no para decir que la vida no tiene sentido, sino para intentar encontrarlo. Zaqueo corre y se sube al árbol porque quiere ver a Jesús. Jesús pasa, se fija en él y lo manda bajar porque quiere quedarse en su casa. El encuentro transformador con Jesús lo lleva a estrenar un nuevo camino y a descubrir que su vida tiene un sentido mucho más profundo. En este proceso de conversión, todos los movimientos son importantes: salir, subir, seguir, servir…
Muchos jóvenes (o incluso todos) buscan hoy el sentido, ese para qué que haga que valga la pena todo lo demás. Quizás a algunos les haga falta subirse a algún árbol desde el que ampliar sus horizontes. Otros tendrán que bajar y dejarse encontrar por Dios en lo profundo. Otros estarán ya en el momento de salir a dar frutos desde esa experiencia de encuentro. No está en nuestras manos darles las respuestas o hacer el camino por ellos, pero sí podemos animarlos a recorrer estos itinerarios de búsqueda y luego acompañarlos. Eso es lo que propone este plan.